Destino: Remite a un modo de actuar y al mismo tiempo un modo de recibir. Hacemos por obra del destino, Padecemos por lo mismo.
Puede ser utilizado como un instrumento de manipulación y de igual manera como una forma de quitarnos la olorosa responsabilidad sobre nuestras acciones/pensamientos/sentimientos/otrosmientos.
Destino ocupa el lugar Dios porque no solo nos convence más sino que al ser inaprehensible deja de interesarnos y podemos así focalizar nuestra energía en el placer. ¡Brindo por el Destino entonces!
(TODO es por ALGO...)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario